Las estimaciones de recaudación tributaria para el año 2025 marcan un aumento de la presión impositiva de más de medio punto del PIB respecto al año actual. Así lo define el proyecto de presupuesto nacional ingresado por el Ejecutivo a través de la mesa de entradas de Diputados el domingo por la noche. Pese a que el presidente Milei define al aumento de impuestos como «un robo a los ciudadanos», su proyecto supone seguir robándoles, en sus propios términos, por un año más. Pero no les robará a todos los ciudadanos por igual. El cuadro de proyección de recaudación impositiva que acompaña al Presupuesto 2025 destaca que mientras que lo que pagan los monotributistas se duplicará y que lo mismo sucederá con la contribución de los automovilistas a través del impuesto a los combustibles, quienes deben pagar impuesto a los bienes personales por sus fortunas verán reducido su aporte a las arcas fiscales en un 40 por ciento, aproximadamente. También aumenta sensiblemente la recaudación real de quienes pagan Ganancias, fundamentalmente por el restablecimiento del impuesto sobre los salarios medios.
Medido en porcentajes del producto bruto interno (PIB), los impuestos que representan los mayores incrementos entre 2024 y 2025 son los siguientes:
* Ganancias pasa de 4,42 puntos del PBI en 2024, a 5,05 puntos en 2025.
* Derechos de Exportación, subirá de 0,96 a 1,43 puntos.
* Combustibles tendrá un salto de 0,38 puntos este año a 0,73 el próximo.
* Monotributo sube de 0,04 a 0,09 puntos.
En sentido contrario, los tributos que reducirán su incidencia serán el ya mencionado Impuesto a los bienes personales, que baja de 0,19 puntos este año a 0,11 en el próximo; y lógicamente el impuesto PAIS que desaparece (aporte estimado de 1,1 puntos del PIB este año, pasa a cero en 2025).
En su cuenta de la red social X, el ex director de Aduanas Guillermo Michel comenta que, según las estimaciones del Gobierno, las exportaciones crecerán el año que viene en un 9 por ciento, mientras que el tipo de cambio nominal (el valor del dólar en pesos) lo hará en un 18 por ciento. Sin embargo, la recaudación proyectada por Derechos de Exportación aumentaría, en pesos en un 100,4 por ciento.
«El PEN no cuenta con facultades para subir la alícuota de los derechos de exportación –comenta Michel en la red X–, que tienen que pasar, en la mayoría de las mercaderías exportables, por el Congreso. ¿Alguien puede explicar la proyección de recursos de Derechos de Exportación (DEX) para el presupuesto 2025?»
Según explica el mensaje que acompaña el proyecto de ley de presupuesto, «la suba estimada de la recaudación nominal se explica por los aumentos proyectados de la actividad económica, los volúmenes del comercio exterior, la remuneración imponible y los puestos de trabajo, los precios y el tipo de cambio. En el mismo sentido incidirán los mayores ingresos esperados correspondientes a los regímenes de facilidades de pago».
Sin embargo, de la evolución real de los distintos tributos (medida la recaudación como porcentaje del PIB y no en términos nominales, es decir en pesos corrientes), el mayor peso de los incrementos recaen sobre dos tributos vinculados directamente al aporte que deben haber los trabajadores sobre sus ingresos: el monotributo y el incremento del impuesto a las ganancias por restitución de la cuarta categoría («ingresos provenientes del trabajo personal»).
En términos nominales, se proyecta que los ingresos totales por impuestos aumentarán en 2025 a 132,6 billones (es decir, millones de millones) de pesos, por encima de los 98,5 billones que se espera recaudar este año. De ese aumento de 34 billones de pesos en la recaudación total, se espera que 13,4 billones provengan del aumento en los recursos del impuesto a las ganancias. Es decir, prácticamente el 40 por ciento del aumento nominal de impuestos surgiría del impuesto a las ganancias.
Otros 3,4 billones de pesos los aportaría el aumento del impuesto a los combustibles, cuya recaudación pasaría de sumar 2,17 billones de pesos en 2024 a totalizar 5,54 billones en 2025. En tanto que otros 3,2 billones serán, según las proyecciones oficiales, el mayor aporte de la recaudación en el llamado impuesto al cheque (débitos y créditos bancarios), que pasaría de 9,4 billones recaudados en 2024 a 12,6 billones en el próximo año.
El Impuesto al Valor Agregado neto de reintegros, que representa el 30,6 por ciento del total de la recaudación, ascenderá a 53,6 billones de pesos millones, aumentando 28,6 por ciento respecto al año 2024. «El incremento de este tributo estará impulsado, principalmente, por el aumento del consumo y la mayor bancarización de la economía», señala el mensaje oficial. En términos del PIB, el IVA neto de reintegros se reducirá en 0,31 puntos porcentuales con relación a 2024, lo cual en la práctica implica una caída real de lo que se recaude por el tributo.
El cálculo de lo que se espera recaudar en materia de seguridad social, en tanto, parte de un supuesto fuerte.ZSe señala que los ingresos por este ítem ascenderán a 42,4 billones de pesos, «lo que implica un incremento de 47,5% en comparación a 2024, como resultado de los aumentos estimados en los salarios nominales y de la recuperación de los puestos de trabajo». Una perspectiva que no está tan claro que se vaya a verificar en el escenario económico que se vislumbra.