La previa antes del fin de semana no pudo ser más reconfortante para el Gobierno: el titular de la Reserva Federal (banca central estadounidense), Jerome Powell, anunció que se viene una baja de la tasa de interés internacional, acaso la única novedad que aplacó la mala onda de la última semana.
El inicio de un ciclo bajista en el costo del dinero implicó una mejora instantánea de los precios en los mercados. Subieron las cotizaciones de las materias primas, que venían pinchadas, en especial la de la soja, y también las de los bonos de la deuda pública.
Powell no precisó cuándo arrancará la baja de la tasa ni dio demasiadas pistas de su magnitud. Pero la sola mención del asunto alcanzó para revertir una tendencia preocupante a nivel local.
En especial con la dinámica financiera y cambiaria.
El Banco Central, en la mira por reservas
El escenario luce paradójico: ¿cómo preocuparse por algo que, en apariencia, no existe? Así puede interpretarse, si solo se observa la dinámica de las reservas del BCRA.
Durante la última semana, la autoridad monetaria adquirió u$s232 millones, lo que extendió la racha positiva a u$s539 millones a lo largo de este mes de agosto.
Nada mal para un mes que suele ser negativo para el Banco Central, por un efecto estacional. Sin embargo, al acercar la lupa, se observan detalles interesantes.
El más relevante tiene que ver con la conducta de los importadores, que han dejado de demandar divisas en el BCRA a la espera de lo inminente: la rebaja de diez puntos -del 17,5% al 7,5% del impuesto PAIS. ¿Para qué pagar ahora por importaciones que en pocos días costarán más baratas?
Ese efecto, que hoy le permite a Santiago Bausili la compra de billetes verdes, desaparecerá apenas el Gobierno cumpla con su promesa. A propósito, ¿la rebaja del impuesto PAIS se aplicará desde el primer día hábil de septiembre, o acaso Luis Caputo dejará correr el mes antes de hacerlo, con el lógico objetivo de no perder recaudación?
Mercado e ingreso de dólares: el foco en la soja
El último informe de la consultora PPI (Portfolio Personal Inversiones) instaló una variable adicional, a la hora de evaluar la oferta de divisas.
En la ventanilla del BCRA, el agro puso a disposición un promedio de u$s112 millones diarios en lo que va del mes. Un registro muy parecido a los u$s119 millones diarios del mes de julio.
Ahora bien, el informe de PPI advirtió que «esto se explicaría en que los precios internos de la soja y el maíz todavía no reflejaron el desplome de los precios internacionales de 18,9% y 8,6% desde sus picos de julio».
«En algún momento, el precio local debería plasmar la caída del precio internacional. Por ahora, los crushers resignan márgenes para que los productores vendan y así cumplir con los programas de embarque», destacó el reporte de Pedro Siaba Serrate y Emiliano Anselmi, economistas de PPI.
Octubre y noviembre, los meses más duros para el BCRA
El economista Rodolfo Santángelo, director de MacroView, lo dice sin vueltas: «Octubre y noviembre serán meses con caídas de las reservas del Banco Central».
Menciona que las obligaciones para pagar a los importadores crecerán en las próximas semanas, dado el calendario más exigente que se planteó el propio Gobierno.
«Me preocupa seguir de largo con el FMI», comenta. «Si no hacen nada, las reservas también caerán a lo largo del próximo año», advierte.
Un escenario preocupante, si se tiene en cuenta que el actual nivel ya muestra que las reservas netas se encuentran en torno a -u$s5.000 millones (negativas).
La consultora 1816 también puso el ojo en la dinámica de las reservas en su último reporte a clientes.
«A priori, pensamos que no habrá un nuevo programa con el Fondo, que es lo que haría falta para tener desembolsos a lo largo del año 2025, salvo que se libere el mercado de cambios, ‘prior action’ requerido por el FMI para aprobar desembolsos recientes tanto en Egipto como en Etiopía», destacó el informe de 1816.
En este contexto, la pregunta que se hacen las principales consultoras de la City es si, en esta dinámica, el Gobierno podría pasar de largo —sin tomar ninguna medida cambiaria— hasta las elecciones del año que viene.
Desde las chances electorales de Javier Milei, esta chance luce como la más apetecible. Pero, a esta altura, nadie podría asegurar que se trate de un proceso sostenible. A un año vista, en la Argentina, es el larguísimo plazo.