El «mundo grúa» está conmovido por las recientes declaraciones del Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, que puso en blanco sobre negro las tensiones que existen entre los nuevos funcionarios que le responden y los viejos que heredó, junto a contratos millonarios, de la administración de Horacio Rodríguez Larreta.
Macri afirmó, «nos quedó una preadjudicación que amerita ser revisada, carísima» y apuntó contra el clan Moyano al sostener que el gremio de Camioneros que conducen Hugo y Pablo Moyano «de nuevo amenaza con dejar sucia la Ciudad, si no pasa tal o cual cosa con el negocio de las grúas».
Cabe destacar que el gremio de los Moyano trabaja a reglamento como medida de fuerza contra la decisión del jefe de Gobierno porteño de revisar la preadjudicación del sistema de grúas, a la que consideró «carísima» y «escandalosa«.
Jorge Macri canceló la licitación de grúas y acarreos
El alcalde de la Ciudad fue contundente en las últimas horas de este lunes, al publicar en su cuenta de X que no avanzará «con la preadjudicación del contrato de grúas».
Y junto con un comunicado, explicó: «Después de analizar exhaustivamente con el equipo el contrato del servicio de grúas y acarreo, tomé la decisión de cancelar el proceso licitatorio. El servicio seguirá a cargo de la Ciudad por menos de la mitad del precio estipulado en ese contrato. El contexto actual nos exige cuidar cada peso de los contribuyentes de la Ciudad. Continuaremos evaluando a futuro la mejor forma de contratación para la optimización de este servicio.
La medida del gobierno de la Ciudad, pese a la presión de los Moyano
Mientras gobernó Rodríguez Larreta, las presiones moyanistas por las recolección de residuos no existieron y la licitación realizada por los acarreos en el 2023, el último año de su mandato, aseguró el statu quo de las relaciones entre el PRO larretista y la familia Moyano.
Es ese estado de cosas congelado, el que Jorge Macri viene a quebar con sus recientes declaraciones periodísticas. El primo del fundador del PRO, Mauricio Macri, viene de cerrar un acuerdo trascedental con la administración de Javier Milei por los recursos del traspaso de la seguridad de la Nación a la Ciudad y junto a la decisión que adopte en el tema acarreo de automóviles mal estacionados se puede decir que, con estas dos medidas, comenzó su gobierno de manera efectiva.
El comunicado que difundió Jorge Macri.
Porque, hasta el momento, gobernaba bajo la comparación de su antecesor en el cargo Rodríguez Larreta que le habría dejado una licitación preadjudicada «carísima» y que se propone revisar siguiendo el consejo de la Coalición Cívica de Lilita Carrió.
Precisamente, fue el bloque legislativo de Carrió el que primero propuso revisar y preparar un proyecto de ley para anular la licitación del servicio de grúas y que el acarreo quede a cargo del gobierno o de alguna de sus empresas privadas. Una propuesta que, en la actualidad, están analizando en la sede de gobierno porteño de la calle Uspallata.
Empresarios del peronismo contaban con plata por anticipado
Las tres empresas preadjudicadas durante la licitación realizada por Rodríguez Larreta fueron elegidas, tras sortear instancias técnicas y económicas. En principio, se presentaron cinco compañías a la compulsa pero fueron tres las que quedaron a la expectativa de la firma de Jorge Macri que parece que no llegará.
La instancia técnica y, la más importante, la económica sirvieron de filtro para que las compañías Rinkel Trail-Escalum Investment, que brinda asistencia vehicular con una flota propia de grúas y cobertura en toda la Argentina y países limítrofes con experiencia en la ciudad, porque da servicio en Autopistas Urbanas (AUSA), en las autopistas Ricchieri y Ezeiza-Cañuelas, y Plen Air Park SA, de Neuss Capital que se alió en esta licitación con Empark de España, quien aportó la capacidad técnica al operar el servicio de estacionamiento medido en 140 ciudades de Europa, quedaron afuera de la final.
De esa manera, quedaron tres empresas con chances para dividirse la CABA y son, Transportes 9 de Julio, y Ashira Escoba SA y SAEM- Tránsito Rosario.
Fuentes del mercado aseguraron a iProfesional que las dos primeras están ligadas a la conducción del gremio Camioneros que, tras la debacle de las antiguas concesionarias Dakota y BRD tuvo que intervenir fuertemente en defensa de los trabajadores de esas compañías mientras que la tercera es la única que cuenta con experiencia real en el acarreo de vehículos.
Los hermanos Moyano y empresarios del peronismo tradicionalmente manejaban el acarreo y las grúas en la Ciudad.
Tanto La Unión Transitoria de Empresas (UTE) Ashira-Ecoba, como la empresa Transporte 9 de Julio, están ligadas a la recolección de residuos.
Ashira comenzó en 1998 con el arrendamiento de equipos de higiene urbana y de tanques atmosféricos, al Gobierno de la Ciudad y, desde el año 2014, tiene a cargo la recolección y barrido de una parte de la CABA; además opera en Trelew (Chubut), Junín, San Pedro, Balcarce y San Martín (Buenos Aires), y San Francisco (Córdoba). Mientras que Ecoba (Empresa Constructora Buenos Aires) tiene como actividad principal la construcción y recolección de residuos, a cargo del mantenimiento de espacios verdes en la comuna 5.
Transportes 9 de Julio S.A., en tanto, es una firma creada en 1976 en Santa Fe, con participación en la recolección de residuos de La Plata y Mar del Plata donde también ofrece servicios como «recolección domiciliaria, barrido de calles, remoción de residuos voluminosos y montículos, limpieza de playas y servicios particulares».
SAEM Tránsito Rosario, es la única con expertise, porque tiene la concesión del estacionamiento medido en la ciudad de Neuquén y gestiona el acarreo en la ciudad de Rosario desde 2009. En Rosario se habla del empresario Horacio Héctor Miro con buena llegada al peronismo cordobés. Miro es un apellido conocido en la obra pública cordobesa y logró extender su influencia hacia Santa Fe cuando era gobernada por Omar Perotti, antecesor del actual mandatario provincial, Maximiliano Pullaro.
Esos son los grandes perdedores de la revisión que emprenderá Jorge Macri.
El jefe de Gobierno porteño decidió que el sistema de grúas y acarreos continúe en manos de la Ciudad.
Grúas porteñas, una historia de escándalos constantes
Lo primero que hay que decir es que el mayor escándalo en la historia del mundo grúa porteño lo representa el maltrato al que se acostumbraron a dar a los sufridos automovilistas de la Ciudad de Buenos Aires. Durante años, fueron destructoras de automóviles y, por ende de la propiedad privada, pero, también, de bolsillos, por las fuertes multas impuestas a quienes sufrían el traslado del vehículo a alguna de las playas de estacionamiento donde eran secuestrados hasta que se pagaba la pena.
Ahora bien, el otro escándalo fue el canon que pagaban las empresas que concesionaban ese «servicio». Durante dos décadas las empresas Dakota y BRD ligadas a funcionarios de la época en que Carlos Grosso era intendente de la Ciudad, se abusaron de las extrañas condiciones con las que operaban estas compañías que rozaban la ilegalidad y el absurdo. Dakota S.A. de Marcelo VIolante y BRD de Bernardo Pérez.
Ilegalidad, como un eufemismo de la expresión «floja de papeles», para disponer de la propiedad privada de los ciudadanos y absurdo, por la manera en que acarreaban y trataban con desprecio los vehículos secuestrados y que no se podían recuperar sino se pagaba una suma completamente arbitraria.
Porque sólo puede considerarse como metafórica la cantidad de $55.000 mensuales que abonaron las empresas Dakota y BRD, durante el año 2022, que levantaron autos en infracción, por más de 20 años, con una concesión vencida y con el precio que debían girar a la Ciudad congelado desde 2014. El ajuste por inflación fue para los infractores pero no para las empresas que realizaban el acarreo.
Al dar de baja los contratos, la administración de Horacio Rodríguez Larreta, se hizo cargo de las indemnizaciones de los 332 trabajadores que cumplían funciones en Dakota y BRD, con un costo cercano a los 1500 millones de pesos.
De esta manera, Hugo Moyano prorrogó la tradición que se remonta al gobierno de Mauricio Macri en la ciudad, por la cual se establecen pautas no escritas y consuetudinarias para tratar este tipo de casos.
Se utilizó el fundamento del convenio colectivo 40/89 del sindicato de Camioneros, por el cual cuando una empresa cambia de manos se traspasa el personal.
Cuando Mauricio Macri y Hugo Moyano coincidían en inaugurar un monumento a Juan Perón también lo hacían en solucionar los problemas de cada renegociación de contratos. Se pagaban indemnizaciones a los trabajadores y se garantizaba la continuidad de los puestos laborales en la nueva conducción empresaria.
Horacio Rodríguez Larreta continuó con la tradición no escrita. En la actualidad, algo se rompió entre los Moyano y los Macri.