El té verde de Matcha es una antigua bebida hecha de hojas finamente molidas de la planta Camellia sinensis, que se originó en China y se introdujo por primera vez en Japón en el siglo XII, y posee muchas propiedades beneficiosas para la salud por su gran concentración de antioxidantes. Durante los últimos años, la popularización de sus beneficios en las redes y la explosión de productos con matcha en el mercado, que incluyen desde el cotidiano Latte Marcha, hasta batidos, tragos y decenas de panificados de color verde (que supuestamente lo incorporan entre sus ingresientes), han despertado ciertas voces de alerta en torno a la vigencia de su carácter saludable.
“Los estadounidenses beben casi 10 mil millones de porciones de té verde cada año”, según reseñan en una nota sobre el tema en el New York Times., donde también se detalla que es una de las variedades de té más populares en el país, solo superada por el té negro, que se elabora a partir de las hojas de la misma planta.
Ese furor de consumo es tal que para muchos ver a una persona con un vaso de matcha latte en la mano implica suponer que posee hábitos de vida saludables, aunque estudios recientes indican que ese tipo de combinaciones disminuyen notablemente sus propiedades antioxidantes.
“La cantidad de azúcar y crema que las personas agregan a su café o té diarios se ha vuelto tan enorme que realmente contrarresta los beneficios para la salud”, señala al respecto el Dr. Frank Hu, profesor de nutrición y epidemiología y presidente del departamento de nutrición de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.
Un informe de laboratorio reciente, consignado por el New York Times, plantea que “algunas variedades embotelladas parecen ser poco más que agua azucarada, que contiene pocos de los antioxidantes que le han dado a la bebida su buen nombre” y reseña que el “té verde elaborado a partir de hojas de té sueltas es quizás la mejor y más potente fuente de antioxidantes, frente a los productos más reconocidos que se venden en el mercado”.
“A diferencia del té verde normal, donde las hojas se remojan y luego se desechan, el matcha implica consumir la hoja entera, lo que proporciona una mayor concentración de nutrientes y antioxidantes”, según confirma Kimberley Wiemann, nutricionista registrada, entrevistada sobre el tema por el Huffpost.
Los estudios sugieren que consumiendo el té verde de la forma más pura posible es que se puede aprovechar plenamente las propiedades antioxidantes que posee, pero que es urgente descartar la incorporación de cualquier tipo de aditivos si queremos una bebida saludable.
Beneficios del té sin aditivos
El matcha sin aditivos “puede ayudar a estimular el metabolismo, a la pérdida de peso, a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, que a menudo son los culpables de enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades cardíacas y la diabetes tipo 2″, explican los expertos.
Pero también son contundentes al afirmar que “las variedades embotelladas, las mezclas con leche o con jarabe, que son usuales para disminuir el sabor amargo característico de este producto, terminan por disminuir o hacer desaparecer totalmente sus propiedades antioxidantes”.
“Incluso cuando no se le agrega nada más que agua caliente, solo entre el 16% y el 20% de las catequinas del matcha se absorben en el torrente sanguíneo debido a su escasa solubilidad”, explica el científico de alimentos Bryan Quoc Le en diálogo con HuffPost.
LA NACION