Ecuador y Venezuela chocaron en San Clara, California, en el enorme -y semivacío- Levi’s Stadium, la casa de los 49ers de San Francisco, por la primera fecha de la fase de grupos de la Copa América. Y lo más llamativo del primer tiempo, más allá del posterior gol de Sarmiento, fue la expulsión de Enner Valencia por un brutal patada en el pecho sobre José Martínez.
La acción había desapercibida por la gran jugada que había ensayado Ecuador en ataque que hizo lucir al arquero Rafael Romo. El rebote dejó la pelota volando por el aire y Valencia, delantero de Inter de Porto Alegre, fue a buscarla pero se encontró con la humanidad de José Martínez. Fue una entrada violentísima, pero el árbitro colombiano Wilmar Roldán solo le mostró la tarjeta amarilla al hombre que brilló en el partido inaugural de Mundial de Qatar 2022.
Mientras el mediocampista pedía asistencia en forma desesperada desde el suelo, a Roldán le hablaban desde el VAR para revisara la jugada con detenimiento y decidiera si la amarilla que había mostrado era la sanción correcta.
En la pantalla al costado de la cancha, Roldán pudo advertir lo que ya repetía la transmisión televisiva: en su intento por volver a inquietar a Romo, Valencia levantó la pierna de manera temeraria y clavó los tapones apenas debajo del cuello de Martínez.
La acción violentísima no terminó allí. Los botines surcaron el pecho del mediocampista, que minutos después le mostraba al árbitro las marcas debajo de la camiseta.
Tras observar las imágenes, entonces, Roldán se acercó a los jugadores ecuatorianos que acompañaban a Valencia y se pudo escuchar el argumento del árbitro para cambiarle el color a la tarjeta.
«Voy a cambiar mi decisión», le explicó a los jugadores, sacó la tarjeta amarilla y borró el apellido del delantero, antes tomar del otro bolsillo y sacar la tarjeta roja que marcó el final de Valencia a los 22 minutos del primer tiempo.