El presidente Javier Milei se llevó la ansiada aprobación de la Ley Bases en el Senado que le permite dar un mensaje alentador a los mercados que evalúan su capacidad para cumplir con su programa sin mayorías en el Congreso, tras una agónica votación que necesitó el desempate de la vicepresidenta Victoria Villarruel, aunque para ello tuvo que conceder cambios de último momento que ahora deberán ser ratificados o rechazados por la Cámara de Diputados.
Con 36 votos a favor y 36 en contra, Villarruel tuvo en sus manos la definición y coronó el triunfo para el oficialismo, que consiguió así aprobar en general el proyecto insignia de la gestión de Milei. La situación se repitió en la votación en particular sobre los capítulos, donde varias veces se dio un empate 35 a 35, por dos ausencias clave: la de los santacruceños Natalia Gadano y José Carambia, que el día anterior habían pedido no dar quórum.
Ley Bases: cuál fue el principal triunfo de Milei y qué hará Diputados
La decisión de los santacruceños de retirarse después de la votación en general permitió que Villarruel definiera a favor la delegación de facultades para Milei, uno de los temas centrales de la Ley Bases que se aprobó luego de haber estado en riesgo de «caer» durante las 13 horas que duró el debate en general por el rechazo de los radicales Martín Lousteau y Maximiliano Abad y el del kirchnerismo.
Ahora, el rol central lo tendrá la Cámara de Diputados, que tendrá que aprobar el proyecto modificado o ratificar la redacción que había enviado Senado. En las dos etapas la iniciativa tuvo tantas modificaciones exigidas por la oposición dialoguista que, de una forma u otra, quedó muy lejos de ser lo que el Gobierno quería.
No obstante, la aprobación en general es el primer «gol político» para Milei porque implica que finalmente tendrá la primera ley aprobada por el Congreso a seis meses de haber asumido el cargo. Además, consiguió lo que más necesitaba: moldear el panorama que miran los mercados luego de dos semanas de turbulencias cambiarias y aumento del riesgo país.
Incluso a pesar de haber tenido que ceder en temas como las privatizaciones, la moratoria previsional y el régimen de beneficios para grandes inversiones (RIGI), el oficialismo dio un paso clave en el Senado. Según fuentes consultadas por iProfesional, en la Cámara de Diputados la oposición dialoguista se inclina hoy por aceptar el nuevo texto para «dar vuelta la página» y, tal vez, impulsar proyectos correctivos en el mediano plazo.
La Ley Bases se aprobó en general y con ello se aseguró su futura sanción en Diputados
¿Cómo logró el oficialismo que Milei se lleve un triunfo de un Senado adverso?
Habiendo llegado al recinto con el quórum justo de 37 senadores y ayudado por los más críticos de la oposición dialoguista como el radical Martín Lousteau -que finalmente votó en contra- el oficialismo entendió que debía ceder e incorporar más modificaciones para asegurarse un triunfo aunque fuera con lo justo y tratar de salvar algunos de los capítulos del proyecto que peligraban para la votación en particular.
Con ese espíritu, en el inicio de la sesión Bartolomé Abdala sorprendió al anunciar en nombre de La Libertad Avanza que Aerolíneas Argentinas, el Correo Argentino y los medios públicos qudaron afuera de la lista de empresas públicas a privatizar, la cual ahora se limita a solo seis entre las que encuentran AySA, Intercargo y Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE).
También se dejó afuera de la Ley Bases el capítulo que reformulaba la moratoria previsional y la reemplazaba por una prestación proporcional. Es decir, que el esquema de moratoria que se sancionó durante la gestión de Alberto Fernández seguirá vigente hasta fin de año sin cambios. Esto lo reclamaba la cordobesa Alejandra Vigo.
Esos cambios, que fueron negociados previamente por el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y la secretaria de Planeamiento Administrativo, María Ibarzábal Murphy, enviados del Gobierno al Congreso, apuntaron a evitar que senadores de la oposición dialoguista que rechazan temas puntuales del proyecto confluyeran con el kirchnerismo (la fuerza más numerosa con 33 votos) y les «voltearan» capítulos enteros, algunos medulares. El de privatizaciones era uno.
En esa línea, el oficialismo también aceptó que las obras públicas con 80% de avance o que tengan financiamiento privado o «internacional» seguirán adelante y agregó organismos públicos vinculados a la cultura a la nómina de entidades que quedarán fuera del alcance de la facultad de Milei para eliminarlas. Era algo que había reclamado el entrerriano Edgardo Kueider, otro voto importante para el oficialismo.
Precisamente, la delegación de facultades a Milei era uno de los puntos críticos porque el oficialismo no tenía asegurada la mayoría para sostenerlo y eso se debía, en parte, al artículo que le permite al Presidente reorganizar o suprimir numerosos organismos del Estado que, ahora, serán muchos menos. No obstante, el rechazo en este tema también tiene que ver con la desconfianza que sienten muchos sobre la personalidad agresiva del Presidente.
El oficialismo atravesó una sesión extremadamente tensa en la que Villarruel jugó un rol central al definir la votación
El RIGI, tema central: ¿que cambios de último minuto agregó el Gobierno?
Sin embargo, esos cambios no alcanzaron para desequilibrar el escenario de empate que se perfilaba desde antes de la sesión pero, sobre todo, para terminar de cerrar los acuerdos que permitieran aprobar capítulos más controvertidos, y por ello concedió más modificaciones en otro tema clave de la Ley Bases: el RIGI.
En ese capítulo del proyecto, que otorga beneficios impositivos, cambiarios y aduaneros para proyecto de inversión de más de u$s200 millones, el Gobierno aceptó acotar el régimen a cinco sectores puntuales: el agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología.
También morigeró el procedimiento y el plazo para la aprobación de los proyectos de inversión y modificó el alcance para el «desarrollo de proveedores locales», al incorporar que las firmas extranjeras que se inscriban en el RIGI deberán contratar a proveedores locales por un «20% de la totalidad del monto de inversión destinado al pago de proveedores» siempre y cuando la oferta local «se encuentre disponible y en condiciones de mercado en cuanto a precio y calidad».
Además, se modificaron los porcentajes por los cuales los cobros de exportaciones de productos surgidos del RIGI quedan exceptuados de la «obligación de ingreso y/o negociación y liquidación en el mercado de cambios«. Serán de 20% luego de los dos años, 40% transcurridos los tres años y 100% luego de cuatro años.
¿Por qué la aprobación de la Ley Bases era clave para Milei y el futuro de su gestión?
Milei necesitaba que el proyecto se aprobara en el Senado aunque fuera con modificaciones indeseadas y aunque volviera a Diputados porque el rechazo implicaba un mal mensaje para los mercados y los acreedores a los que el Presidente tiene que mostrarles capacidad para gobernar y ejecutar su plan de reformas.
Este jueves habrá una reunión con el FMI y el ministro de Economía, Luis Caputo, espera un desembolso de u$s800 millones. El organismo ya le hizo saber varias veces al Gobierno que quiere ver apoyo político para las reformas que propone, cuya solidez y previsibilidad no se logra con decretos sino con leyes. El mercado financiero, en tanto, empezó a mostrar señales de preocupación con la nueva disparada del dólar blue, caída de acciones y suba del riesgo país.
Milei se llevó un triunfo clave para los próximos meses de su gestión al conseguir incluso la delegación de facultades, que estaba en duda
A esto se le suma que el Presidente decidió jugarse todo a la Ley Bases, que pese a los numerosos cambios que sufrió desde la versión original que llegó al Congreso en enero sigue incluyendo un abanico muy amplio de reformas en materia laboral, impositiva, previsional, cambiaria, administrativa y más.
El problema es que esta condición que presenta el proyecto hizo que la agenda del Poder Ejecutivo y del Legislativo se limitara casi exclusivamente a este tema y eso derivara en que, a seis meses de haber asumido, Milei todavía no tenga una sola ley aprobada. Esto ponía en duda su capacidad para llevar adelante su programa a los ojos del mercado. Con el resultado conseguido en el Senado, empezó a remontar esa situación.
Qué camino seguirá el proyecto ahora en Diputados
La Ley Bases volverá a la Cámara de Diputados en segunda revisión debido a las modificaciones que sufrió en el Senado. Allí, los diputados no podrán hacer nuevos cambios sino que tienen solo dos opciones: aceptar lo que devolvió la Cámara alta o insistir con la redacción que había aprobado previamente.
Se prevé que Diputados convoque a las comisiones dentro de dos semanas, dado que la próxima será extra corta por los feriados del lunes, jueves y viernes. El plan que converaba el oficialismo con algunos referentes de la oposición dialoguista era darle un tratamiento rápido: comisiones primero y, uno o dos días después, recinto para votar.
Debido a que el Senado aprobó los cambios con mayoría simple y no alcanzó los dos tercios, Diputados podría revertirlos porque al oficialismo no le resultaría muy difícil (en principio) alcanzar ese número. Según supo iProfesional de fuentes parlamentarias, algunas de las modificaciones hechas por el Senado no satisfacen a todos los diputados. La eliminación del capítulo sobre la moratoria previsional es una de ellas.
Sin embargo, en Diputados deslizan también que hay un consenso bastante amplio en que la discusión de la Ley Bases ya llevó demasiado tiempo y debe concluir. En ese sentido, una de las posibilidades que se manejan por estas horas es aprobar lo que envió la Cámara alta y preparar nuevos proyectos de ley «correctivos» de la Ley Bases para ser tratados más adelante.
Cuando se apruebe en Diputados, el Presidente tendrá la opción de promulgarla o hacer un último retoque
¿Milei puede vetar cambios hechos por el Congreso?
Con la definición de la Cámara baja, la Ley Bases será aprobada y remitida al Poder Ejecutivo. Allí empieza a jugar otro factor: qué hará Milei con un proyecto que sufrió muchas más modificaciones de las que él quería.
El Presidente puede proulgar la ley, vetarla totalmente o vetar algunos artículos. Esta tercera opción es la que mantendra expectate al Congreso, porque Milei podría descartar los cambios que no le agradaron, siempre y cuando ese veto parcial no desvirtúe el espíritu de la ley.
En caso de que haya un veto total el proyecto debe volver al Poder Legislativo o insistir en su sanción si alcanzan una mayoría de dos tercios en ambas cámaras. A nadie se le ocurre por estas horas que Milei pueda vetar totalmente esta ley.
Además de lo traumático que resultó el trámite de la Ley Bases en el Congreso, Javier Milei estaría consiguiendo tener la primera norma de su mandato y, además, con un punto central para él como es la delegación de facuultades, que le permitirá tomar medidas en materia administrativa, financiera, económica y energética sin pasar por el Congreso. El veto parcial, en cambio, no deja de ser una posibilidad.