Pocas personas en el mundo podrán jactarse de haberle dicho que «no» a Diego Armando Maradona. Pero en el caso de Juan Francisco Rago, el héroe de los penales para que Temperley elimine a River en la Copa Argentina, también habla de una personalidad fuerte, de cumplir la palabra que había dado con otro club cuando el astro lo había llamado para sumarse a ‘su’ Gimnasia y Esgrima La Plata.
Todavía con la adrenalina por las nubes en pleno campo de juego del estadio Malvinas Argentinas, Rago confesó que había soñado atajar los dos remates que desataron la locura en el banco de suplentes y en la tribuna, donde una gran cantidad de hinchas no podía creer lo que había ocurrido.
«Lo digo con toda la humildad del mundo, pero le había dicho a mis compañeros que iba a atajar dos penales. Lo había soñado», reveló el arquero de 35 años, que ya había atajado uno en la anterior instancia, cuando el Gasolero superó a Sarmiento de Junín, otro equipo de Primera División.
«La fuerza me la da mi familia que siempre está ahí, los que están en Bolívar y los que están en Mar del Plata», completó, a modo de dedicatoria el arquero que tuvo un paso importante por Atlanta.
Justamente en ese paso por el Bohemio, en junio de 2020, plena pandemia de coronavirus, era capitán y figura del equipo, cuando Maradona se fijó en él para llegar al Lobo. Tuvo que decirle que no al pedido del astro, porque le había prometido continuar a la dirigencia del club de Villa Crespo.
Esa decisión seguramente enorgulleció a su padre Francisco Antonio, que vistió la camiseta de Estudiantes de Río Cuarto en la década del 80 y en 1984 consiguió el ascenso al Torneo Nacional, tras eliminar a Sportivo Pedal de San Rafael, Mendoza.
‘Pancho’ Rago llegó al summum de su carrera en la noche de Mendoza, difícilmente se olvidará de sus dos atajadas contra el palo izquierdo, ante Esequiel Barco y Héctor David Martínez, que le permitieron escribir una de las páginas históricas de Temperley.