Mientras analizan las filmaciones del lugar del robo y de la zona donde fue hallada la caja vacía que contenía el valioso y delicado botín, los detectives que investigan la sustracción de material radioactivo usado en medicina nuclear están convencidos de que los ladrones no sabían lo que se llevaban.
Así lo informó a LA NACION una calificada fuente de la investigación. “Creemos que se trató de un robo al voleo. Es producto farmacéutico que no tiene valor de reventa. La única aplicación que tiene es medicinal”, agregó el detective consultado.
El robo sucedió ayer entre las 5.30 y las 6 en la puerta de la empresa Tecnonuclear, situada en Arias al 4100, en el barrio porteño de Saavedra, cuando personal de la compañía cargaba una camioneta Citroën Berlingo para empezar con la distribución de las remesas de sus productos en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano.
“Los ladrones se llevaron una caja de cartón con material radiactivo utilizado en medicina nuclear, que en el momento de hecho tenía una actividad de 40 mcCi, y se estima que en contacto tendría una tasa de dosis de radiación de 800 mSv/h”, explicó una fuente de la Policía Federal Argentina, que participa de la investigación,
El material radiactivo sustraído es lodo 131 (I-131), usualmente utilizado para diagnosticar hipertiroidismo o de cáncer de tiroides. Tras el robo, la empresa informó lo sucedido a la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), organismo dependiente de la Presidencia de la Nación dedicado a la regulación y fiscalización de la actividad nuclear en las áreas de seguridad radiológica y nuclear, protección y seguridad física, y salvaguardas y no proliferación.
Los ladrones sustrajeron una caja de cartón de 40 por 40 centímetros en la que son claramente visibles las inscripciones Termonuclear y Radiactivo II.
“En su interior había una cápsula de plomo con una ampolla de vidrio con 45 milímetros de líquido radiactivo”, explicaron fuentes del caso.
El fiscal José María Campagnoli y la jueza Laura Bruniard quedaron a cargo de la investigación y le dieron intervención a la División Riesgo Radiológico y Nuclear de la Policía Federal Argentina (PFA) y personal de la Policía de la Ciudad. Se presume que en las próximas horas el caso podría pasar a la Justicia federal.
Anoche, la caja de cartón donde estaba la lata metálica fue hallada por un vecino en un contenedor de residuos en Charlone al 1300, en Chacarita.
Vecinos de la zona dijeron a la policía que habían visto revisar el contenedor a un cartonero y suponen que ese hombre pudo haber sido quien sacó el contenido de la caja. Ahora, los detectives revisan imágenes de las cámaras de seguridad de la zona para intentar reconstruir el recorrido de esa persona y, eventualmente, identificarla.
“Tras el hallazgo, se hizo un operativo con las medidas de seguridad y trabajo en la zona, la División Riesgo Radiológico y Nuclear de la PFA, que realizó las mediciones y búsqueda del material, arrojando resultado negativo. Se realizaron mediciones sobre la caja y el contenedor de residuos que no arrojaron mediciones radioactivas”, explicaron fuentes de la investigación.
La cápsula de plomo hurtada contiene un envase 45 mililitros de líquido radiactivo. Según fuentes de la investigación, “el contacto con este material no generaría efectos letales, debido a la poca cantidad. No obstante, puede producir los efectos propios de la radiación, como vómitos, mareos, quemaduras”.
Las autoridades indicaron que, en caso del eventual hallazgo del material, se debe avisar a la policía, que instalará un perímetro. En el alerta se indicó que “en ningún caso se deberá manipular ni tocar el material”, mientras que “la tarea de traslado estará a cargo de los técnicos especialmente preparados y equipados”.
El jefe de División Riesgo Radiológico y Nuclear de la PFA, subcomisario Christian Renoldi, dijo a LA NACION que “si bien el material sustraído no tiene riesgo de vida, es peligroso para la salud. Si es una persona tiene contacto con la sustancia líquida puede sufrir algún tipo de trastornos”.
El jefe policial dijo que la persona que encuentre la cápsula de plomo debe llamar de inmediato al número de emergencias 911 y guardar una distancia no menor de 30 metros.