A cinco meses de haber desembarcado en el Gobierno, la gestión de Javier Milei no completó todavía buena parte de los casilleros del Poder Ejecutivo. Un 16% de los cargos de la administración central nacional no tienen funcionario a cargo, según se desprende del “mapa del Estado” que fue publicado días atrás y que analizó LA NACION Data. De los 342 “ravioles” que tiene el comprimido organigrama que diseñaron los libertarios, hay 55 que aún no tienen titular. La cautela para incorporar nombres más una larga serie de renuncias marcan el ritmo del armado del gabinete de este nuevo espacio político a 146 días de ejercicio.
El porcentaje de casilleros vacantes crece sustancialmente si se mira la foto de todo el Estado Nacional. Es decir, no solo la administración central (el gabinete propiamente dicho) sino también los organismos descentralizados y desconcentrados, las empresas públicas, la obra social estatal, y las sociedades anónimas con participación estatal mayoritaria. En este mega organigrama el 63% de los puestos no tiene nombramiento. Son 791 lugares sin designación sobre los 1258 cargos totales.
Por ejemplo, en el Ministerio de Capital Humano, no está designado ninguno de los titulares de los institutos que dependen de la secretaría de Cultura que comanda Leonardo Cifelli, ni tampoco el titular del Parque Tecnópolis o del Instituto Nacional de Formación Docente. En el Ministerio de Salud, que conduce Mario Russo, no está nombrado el titular del Instituto Nacional de Medicina Tropical. Y en Justicia, por citar otro ejemplo, no está designado el titular del Archivo Nacional de la Memoria.
El organigrama nacional se estructura en tres niveles. En la cúpula se ubican las “autoridades superiores”, es decir, los cargos políticos más relevantes. Es una pirámide que encabezan el Presidente y la vicepresidenta Victoria Villarruel y que completan el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, los ocho ministros, 53 secretarios y 128 subsecretarios. La gestión de Milei se jactó desde el día uno de haber achicado sustancialmente el tamaño de la administración. Aún así, sobre esta categoría, 18 cargos (el 9%) todavía no tienen designación.
Cuando asumió, Milei redujo de 18 a 9 los ministerios –luego recortó uno más con la eliminación de la cartera de Infraestructura- y redujo a las secretarías en un 49% y a las subsecretarías en un 29%.
De acuerdo al análisis de LA NACION Data, hoy están sin designar dos secretarios: el de Transformación del Estado y Función Pública, que reporta a la Jefatura de Gabinete de Ministros y el de Articulación Federal del Ministerio de Seguridad. Son los casilleros que dejaron, respectivamente, Armando Guibert –desplazado por el fallido aumento de los sueldos de los funcionarios- y Sebastián García de Luca, que renunció cuando su jefa, Patricia Bullrich, firmó un duro comunicado contra los gobernadores de Pro.
Por otro lado, en el “mapa del Estado” figura que hay 14 subsecretarías sin nombramiento. Y también están sin designación los titulares de las unidades de gabinete de asesores de la Secretaría General de la Presidencia y el del Ministerio de Economía. Son cargos que suelen ocupar los “mano derecha” del ministro en cuestión ya que colaboran en priorización de las políticas públicas y en la coordinación de las áreas de la cartera.
Solo los ministerios de Defensa, Salud y la Cancillería tienen todas sus secretarías y subsecretarías designadas. El ránking de ministerios más “despoblados” lo encabeza el Ministerio de Economía, donde falta la designación de 8 de los 59 cargos jerárquicos (el 14%). En su gran mayoría son subsecretarías sin nombramiento, luego de la fusión que hizo la cartera de Luis Caputo con el exMinisterio de Infraestructura que encabezaba el desplazado Guillermo Ferraro.
En la Jefatura de Gabinete, a cargo de Posse, están vacantes una secretaría y dos subsecretarías (el 11% de las autoridades), mientras que tanto en el Ministerio de Capital Humano (que conduce Sandra Pettovello) como en el Ministerio de Justicia (que comanda Mariano Cúneo Libarona) hay dos vacantes. El Ministerio de Seguridad, el Ministerio del Interior y la Secretaría General de la Presidencia –que conduce Karina Milei con rango de ministra- tienen solo un puesto jerárquico sin designar.
Alta dirección y cargos “ad honorem”
El segundo nivel del organigrama del Estado está integrado por 112 funcionarios de la llamada “alta dirección pública”, que contempla a directores, coordinadores, titulares, supervisores, administradores y auditores. Sobre esta categoría, 27 cargos (el 24%) no tienen todavía la designación por Boletín Oficial.
Son todos casilleros que cuelgan de la Presidencia de la Nación. Allí están sin nombramiento oficial diez coordinaciones (entre otras, la de Infraestructura Edilicia, la de Acceso a la Información Pública, y la de Logística y Organización del Museo), 11 direcciones (por ejemplo, la de Relación con la Comunidad o la de Patrimonio), un director nacional (el de Vocería y Comunicación Directa), los titulares de la Agrupación Técnica y de la Agrupación de Seguridad e Inteligencia, el supervisor de Auditoría de Comunicación, el edecán del Ejército y el auditor interno.
Respecto a los 27 “cargos fuera de nivel” (asesores, secretarios privados y médicos presidenciales, entre otros) el 37% no fue designado.
En el “mapa del Estado”, según pudo observar este medio, hay diez funcionarios designados “ad honorem”. Entre ellos figuran, por caso, el secretario de Turismo y Ambiente, Daniel Scioli; el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños; el secretario de Empresas y Sociedades del Estado (de la Jefatura de Gabinete), Mauricio Miguel González Botto; y el vicejefe de Gabinete, José “Cochi” Rolandi, que se desempeña además como director de YPF.