A menos de una semana de la masiva marcha universitaria y con el objetivo de bajarle el tono al conflicto, que se originó por el recorte presupuestario, el Gobierno de Javier Milei buscará establecer nuevos interlocutores para «tender puentes» con los rectores de las casas de estudio y encaminar el vínculo.
«La negociación la van a encarar (la ministra de Capital Humano) Sandra Petovello y (el secretario de Educación) Carlos Torrendell«, puntualizaron a iProfesional fuentes oficiales, quienes reconocieron que el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez realizó «una mala gestión» del conflicto, por lo que decidieron «correrlo de las conversaciones».
El «mal manejo» de las negociaciones realizadas para desactivar la marcha del pasado 23 de abril generó una grieta en el gobierno de Javier Milei, ya que el ala dialoguista considera que Álvarez, aconsejado por el asesor estrella Santiago Caputo, provocó «un gran daño con la foto que dejó la movilización y se podría haber desactivado si en lugar de pegar por Twitter se sentaban a hablar».
Interna oficial: ¿el conflicto con las universidades agudiza las fricciones en el Gabinete?
En el Ejecutivo nacional reconocen «la situación se manejó mal» porque mientras desde el ministerio de Capital Humano se intentaba generar un canal de diálogo para desactivar la marcha universitaria, por otra vía «había quienes hacían todo lo posible para enturbiar la conversación».
«Hubo un problema de comunicación y muñeca política. En la calle se percibía que había enojo, pero ellos veían que en las redes estaban bien. La verdad llegó cuando tuvieron la foto de una marcha masiva», retrucaron.
En esa línea, los misiles apuntan contra Álvarez y Caputo, a quienes les reprocharon no haber sido capaces de «dimensionar el nivel del conflicto que tenían en puerta y, en lugar de bajar la confrontación, continuaron tensando la cuerda».
La masiva marcha universitaria desató una interna en el Gobierno y por ello corrieron a Álvarez de la negociación
«Si necesito arreglar algo con vos, no te puedo putear de entrada. Álvarez está corrido de la negociación por dos motivos: el enojo de los rectores y que también se cortó algo internamente. Lo mantienen porque tiene experiencia y conocimiento del área, pero la soberbia con la que se manejó en las redes no cayó bien ni siquiera dentro del gobierno», argumentaron a este medio.
Fuentes con despacho en Balcarce 50 consideraron que los cortocircuitos internos se generaron cuando el subsecretario de Políticas Universitarias, que formalmente responde al Ministerio de Capital Humano, «dejó de hacer lo que le indicaba Petovello y empezó a desprenderse y buscar vuelo propio«.
«La realidad es que está muy debilitado. Lo que dijo el Presidente es que a los subsecretarios los pone y los saca cada ministro, en este caso la que decide es Sandra Pettovello. La máxima indica que uno tiene que hacer lo que le pide su jefe y no manejarse por atrás. Acá está claro que no lo hizo porque también hay alguien que así se lo dijo y que lo respalda», apuntaron.
¿El conflicto con las universidades podría encontrar una zona de tregua?
Si bien en la Casa Rosada insisten con la idea de impulsar auditorías desde el Ejecutivo nacional, a pesar de que las universidades deberían ser controladas por la Auditoría General de la Nación (AGN), en las últimas horas comenzó a tomar vuelo la idea de reflotar un acuerdo firmado por varias universidades nacionales con el ex ministro de Educación Jaime Peczyk.
En concreto, se trata de «un convenio con la Sindicatura General de la Nación para promover acciones conjuntas y un adecuado funcionamiento de los sistemas de control interno de las universidades nacionales», para arribar a «un punto de encuentro entre las dos partes«.
«El Gobierno respeta la autonomía universitaria, pero lo que dice es ‘si se financian con dinero público tienen que rendir cuentas‘. Con este mecanismo, que tienen que acordar con todos los rectores, se puede llegar a un punto de acuerdo», explicaron fuentes al tanto de las negociaciones.
Si bien desde el Gobierno insisten con las auditorías, podría haber una manera de llegar a un punto de encuentro
En ese marco, consideraron que «a ninguna de las dos partes les sirve seguir estirando este problema» y precisaron: «A a las universidades no les conviene ser noticia todos los días y que le sigan buscando la quinta pata al gato ni al gobierno le es útil seguir con este nivel de conflicto».
¿Cuándo serán las próximas reuniones con autoridades de las universidades?
Con Petovello y Torrendell a la cabeza, el Gobierno tiene previsto reunirse el próximo lunes al mediodía con autoridades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) mientras que al día siguiente hará lo propio con la comisión directiva del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
«El primer encuentro es con la UBA porque el problema principal fue con la UBA y tiene su lógica política. Si la marcha te la hizo la UBA, fue la que motorizó todo, hay que arrancar por ahí. Tienen que dejar de discutir sobre lo que pasó y buscar un punto en común en una discusión que tiene que ser racional», subrayaron fuentes al tanto del encuentro.
Fuentes de la UBA indicaron a iProfesional que llevarán a la mesa de diálogo «los temas de siempre: presupuesto, gastos de funcionamientos, salarios e inversión en investigación».
En cuanto a las auditorías que propone el Ejecutivo nacional, detallaron: «La respuesta al reclamo de fondos para funcionar no puede ser instalar acusaciones falsas sobre la transparencia. La UBA ya es supervisada por el Gobierno dos veces. La Secretaría de Políticas Universitarias conoce el destino de los fondos y su ejecución. Además, el ministerio de Economía recibe y consolida el gasto del presupuesto».
En tanto, desde el CIN calificaron como «una buena noticia» el hecho de que el Ejecutivo haya cambiado el interlocutor y plantearon que para las auditorías «sería más fácil que el Gobierno acuerde con la AGN más fondos y que así puedan auditar más universidades por año«.
«El tema de las auditorías es una autoprofecía cumplida. Ellos creen que no queremos y cuando le decís ‘sí, no hay problema pero como dice la ley’ se terminan enojando y empiezan a sacar operaciones», sentenciaron.