La actividad metalúrgica sufrió en marzo una caída del 17,7 por ciento interanual y del 2,8 por ciento con relación a febrero, según un informe del Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra). Durante el primer trimestre, el sector acumuló una retracción de 6,6 por ciento, mientras que la utilización de la capacidad instalada disminuyó más de 10 puntos porcentuales contra el mismo período del año previo. Es la mayor caída en 8 años, solo superada por lo ocurrido en los primeros 4 meses de pandemia de coronavirus.
La baja interanual de marzo, en tanto, se ha replicado en todos los rubros que componen el entramado metalúrgico con contracciones de hasta más de 20 por ciento.
“Los sectores de Bienes de Capital (-18,3 por ciento), Fundición (-20,4) y Equipos Eléctricos (-19,7 por ciento) han sido de los más afectados durante el mes pasado, con caídas que superan al promedio general mientras que la Maquinaria Agrícola (-13,3 por ciento) fue uno de los sectores que menos han caído durante el mes, influenciado por la recuperación de algunas empresas en la provincia de Buenos Aires”, precisó el informe.
Durante marzo, agregó Adimra, “volvió a observarse que, en términos relativos, las empresas vinculadas a la cadena del petróleo, gas y minería son las que menores contracciones han registrado y por otro lado, las vinculadas a las cadenas de la construcción y el consumo final han registrado las disminuciones más fuertes del período analizado”. La producción de petróleo volvió a crecer en marzo y eso explica que las metalúrgicas vinculadas con el sector experimenten una mejor situación en términos relativos. Sin embargo, en el caso de la construcción la baja es fuerte por la decisión del gobierno de Javier Milei de frenar practicamente todas las obras públicas, dejando en marcha solo algunos emprendimientos puntuales como la reversión del gasoducto del noroeste.
El presidente de Adimra, Elio Del Re, advirtió que “la producción seguirá disminuyendo en línea con la demanda interna y el uso de la capacidad instalada, por lo que es necesario promover la inversión pero con una visión de impulsar el desarrollo de la industria nacional».
Del Re también remarcó, en ese sentido, la importancia de «evitar que las urgencias y presiones sectoriales promuevan la importación de equipos producidos como estipula ‘el Régimen de Grandes Inversiones presentado en el proyecto de Ley Bases’”.
La situación en las provincias
En el análisis provincial, la caída también ha sido generalizada, aunque con diferencias según cada distrito.
La actividad en Santa Fe retrocedió 22,1 por ciento y continúa siendo la provincia más afectada por la influencia del sector de maquinaria agrícola donde, por el momento, no se registra una recuperación.
Por su parte, en Buenos Aires la caída también fue fuerte y se profundizó respecto a lo que había ocurrido en febrero. Ese mes el retroceso interanual había sido del 10,6 por ciento y en marzo fue del 17,7 por ciento, siendo solo superada por el derrumbe de Santa Fe.
Tercera en el ranking quedó Córdoba con una contracción de su actividad metalúrgica del 16,7 por ciento interanual, cuando el mes anterior esa cifra había sido del 14,1 por ciento.
Por otro lado, las dos provincias que menores caídas registraron fueron Mendoza (-10,2 por ciento) y Entre Ríos (-9,6 por ciento). En ambos casos, algunas empresas del sector de Bienes de Capital han influido en ese resultado.